Jesús nos invita a pedir con perseverancia, sin cansarnos nunca, sino mas bien como cansando a Dios. No siempre nos dará Dios lo que pedimos y en la forma que lo pedimos ya que no sabemos lo que nos conviene. Pero nos dará el espíritu santa , es decir una visión mas clara de su voluntad y al mismo tiempo , animo para cumplirla. Pero la repetición es necesaria para que este gemido se haga un camino en nuestro corazón ,de piedra. Lo mismo que goteras desgasta las rocas mas duras. Con repetir perseverantemente el Padrenuestro o el Ave María , podemos esperar que algún día el rezarlo en un tono tal que armonice perfectamente con el deseo de dios, lo único que puede conmoverlo porque salió de su corazón. El hombre se cansa orando pero si persevera en vez de desanimarse depondrá poco a poco De su soberbia. Hasta que agotado y vencido, consiga más de lo que pudiera desear. Hoy al abrí la Biblia, como todas las mañanas, y leí esta parte, quería compartirla con Uds. Espero que sirva y de mucho,