Crecimiento con Sabiduría sandra Edith

Salmo 118, 145-152 TE INVOCO DE TODO CORAZÓN Te invoco de todo corazón; respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes; a ti grito: sálvame, ... y cumpliré tus decretos; me adelanto a la aurora pidiendo auxilio, esperando tus palabras. Mis ojos se adelantan a las vigilias de la noche, meditando tu promesa; escucha mi voz por tu misericordia, con tus mandamientos dame vida; ya se acercan mis inicuos perseguidores, están lejos de tu voluntad. Tú, Señor, estás cerca, y todos tus mandatos son estables; hace tiempo comprendí que tus preceptos los fundaste para siempre. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén

AMARSE ES... Poder mirar a todos sin sentirme avergonzada, saber decir que no,levantarme a cualquier hora y no sentirme ... culpable... Comer cuando se tiene hambre, saber decir que sí, cumplir con las obligaciones sin sentirse obligado... Estar contento con uno mismo, tener miedos y superarlos, no tener miedo de tener miedo, saber compartir lo que se siente... Dar a los que amamos,tener tiempo para nosotros, caminar por la playa desierta y sentitse acompañado, poder saber estar en silencio, saber que hay cosas que nos preocupan y nos exceden, tener conciencia de que nos aman y no buscar que nos amen... Sentir que estamos vivos, saber aceptar lo que nos toca, reir y llorar cuando queremos, poder descansar si nos cansamos, poder mirar las estrellas sin que nos olvidemos de nosotros, de nada, de nadie... Saber perdonar, saber morir y revivir,saber pedir perdón pero sin sufrir, saber dar sin que nos importe, saber que podemos equivocarnos, reconocer que hay personas que no nos quie